La concejal de Seguridad de Palma se va una semana a México a hablar de su fracasada policía de barrio

La concejal de Seguridad Ciudadana de Palma se va una semana a México a explicar su fracasada policía de barrio.  En plena temporada turística, con una alarmante falta de efectivos policiales en los principales enclaves de la ciudad, con el botellón, incivismo y desenfreno disparado en zonas como Playa de Palma, Santa Catalina, Pere Garau o Son Gotleu, los dos principales mandos de la Policía Local -la primera teniente de alcalde, la socialista Joana Maria Adrover, y el Intendente Jefe, José Luis Carque- abandonan el barco y se van una semana a gastos pagados a Ciudad de México.

Si hace una semana era el alcalde socialista, José Hila, el que acompañado por la concejala de Turismo, Elena Navarro, visitaba Nueva York para promocionar la capital balear, ahora le toca el turno a su compañera de filas en el gobierno municipal aunque, en este caso, parece que será poco lo que Ciudad de México pueda aprovechar de su excursión transoceánica.

En concreto, el viaje arranca este viernes 22 de julio y hasta el próximo día 28 estarán los números uno y dos del cuartel de San Fernando en la capital mexicana, una ciudad con un cuerpo policial con un nivel de corrupción e impunidad notable y con una población de casi 10 millones de habitantes en la que Palma sería un barrio pequeño allí.

El viaje de Adrover con Carque a tierras aztecas acarreará la ausencia de la edil en el último pleno ordinario del curso político, previsto para el jueves día 28, fecha de regreso del que será su primer viaje oficial a la capital de México.

No es el caso de Carque, al que ya conocen por aquellos lares al haber estado en anteriores ocasiones hablando del mismo asunto.

Fue, en concreto, hace una década cuando siendo Intendente Jefe de Castellón, el también presidente de la Asociación Nacional de Jefes de Policía Local (ANJEPOL) se desplazó allí para participar en unas jornadas centradas en el intercambio de experiencias en materia policial. Fue en la ciudad mexicana General Escobedo del Estado de Nuevo León.

El objetivo de aquel viaje era similar al actual y se centró, por lo publicado entonces, en comprobar el grado de implantación del programa de Policía de Proximidad (denominado Proxpol) del que se decía que fue gestado por agentes policiales de Castellón, en teoría, en una apuesta por la proximidad y la colaboración ciudadana en la resolución de conflictos y en la lucha contra los delitos.

En el caso de Palma, más allá del discurso de buenas intenciones, la policía de barrio o de proximidad, sólo está en el discurso del alcalde Hila y de la edil Adrover y en la propaganda municipal, porque lo que es en la calle ni está ni se la espera, como puede comprobar cualquier ciudadano, en especial los fines de semana, cuando más falta hacen los efectivos policiales en los barrios más inseguros y concurridos de la capital balear.

Pero eso no es problema para una edil socialista que prometió incorporar a 100 nuevos policías esta legislatura. La realidad es que hay medio centenar menos que la pasada en la quinta ciudad más insegura de España.